Neuroglia
NEUROGLÍA
Las neuronas del
sistema nervioso central se hallan sostenidas por diversas variedades de células
no excitables que, en conjunto, reciben la denominación de neuroglía
Las células
neurogliales son generalmente más pequeñas que las neuronas y las superan en número
en cinco a diez veces; comprenden aproximadamente la mitad del volumen total
del encéfalo y de la médula espinal.
Hay cuatro tipos de células neurogliales:
a) astrocitos
b) oligodendrocitos
c) microglía
d) células ependimarias. En la tabla se presenta un resumen de las características
estructurales, localización y funciones de las diferentes células neurogliales.
Los astrocitos tienen pequeños cuerpos celulares con prolongaciones que se ramifican y que se extienden en todas direcciones. Hay dos tipos de astrocitos: los fibrosos y los protoplásmicos.
Los astrocitos fibrosos se encuentran principalmente en la sustancia blanca, donde sus prolongaciones pasan entre las fibras nerviosas (fig. 2-26). Cada prolongación es larga, delgada, lisa y no muy ramificada. Los cuerpos celulares y las prolongaciones contienen muchos filamentos en su citoplasma.
Los astrocitos protoplásmicos se encuentran principalmente en la sustancia gris, donde las prolongaciones pasan entre los cuerpos de las células nerviosas.
Las prolongaciones son más cortas, más gruesas y más ramificadas que las de los astrocitos fibrosos. El citoplasma de estas células contiene menos filamentos que el de los astrocitos fibrosos.
Muchas de las
prolongaciones de los astrocitos terminan en expansiones sobre los vasos
sanguíneos (pies perivasculares), donde forman una cubierta casi completa sobre
la superficie externa de los capilares.
Muchas de las
prolongaciones astrocíticas se hallan entretejidas en las superficies externa e
interna del sistema nervioso central, donde forman las membranas limitantes
neurogliales externa e interna.
Así, la membrana limitante externa se encuentra por debajo de la piamadre, y la membrana limitante interna está situada por debajo del epéndimo que recubre los ventrículos cerebrales y el conducto ependimario o canal central de la médula espinal.
Las prolongaciones
astrocíticas se encuentran también en grandes cantidades alrededor del segmento
inicial de la mayoría de los axones, y en los segmentos desnudos de los axones,
en los nódulos de Ranvier.
Las terminaciones
axónicas en muchos sitios se hallan separadas de otras células nerviosas y de
sus prolongaciones por una cubierta de prolongaciones astrocíticas. Además,
existe un tipo de células neurogliales
(neurogliocitos)
semejantes a los astrocitos que se encuentran localizadas en la neurohipófisis,
conocidas como pituicitos, que son las responsables del sostén del tejido
nervioso y procesos
neuronales de esta región, descargas repetitivas de una neurona. Almacenan glucógeno
en el interior del citoplasma.
El glucógeno puede
desdoblarse en glucosa e incluso en lactato, ambos liberados a las neuronas
circundantes como respuesta a la noradrenalina.
Los astrocitos
pueden servir como macrófagos, al fagocitar terminaciones axónicas sinápticas
degeneradas. Después de la muerte de las neuronas por enfermedad, los astrocitos
proliferan y rellenan los espacios previamente ocupados por las neuronas, proceso
denominado gliosis de reemplazo.
Es posible que los
astrocitos puedan servir como conducto para el paso de metabolitos o de
materias primas desde los capilares sanguíneos a las neuronas a través de los
pies perivasculares.
El hecho de que los
astrocitos se encuentren unidos por las uniones intercelulares comunicantes
posibilitaría que los iones pasaran desde una célula a otra sin entrar en el
espacio extracelular.
Los astrocitos
pueden producir sustancias que tienen una influencia trófica sobre las neuronas
vecinas.
La investigación
reciente ha sugerido que los astrocitos segregan citocinas que regulan la
actividad de las células inmunitarias al entrar en el sistema nervioso en la enfermedad.
Asimimo, los
astrocitos desempeñan un papel importante en la estructura de la barrera
hematoencefálica. Aquí, las prolongaciones astrocitarias terminan como pies expandidos
en la membrana basal de los vasos sanguíneos.
Por último, se ha
identificado una estirpe especial de astrocitos que se encuentran localizados
en la zona subventricular de los ventrículos laterales y en la zona subgranular
del giro dentado del hipocampo, que hacen la función de células madre adultas
del cerebro.
Sin embargo, la neurogenia
está muy limitada, de ahí que también lo estén los procesos regenerativos cerebrales.
Funciones principales de los astrocitos |
•
Soporte estructural: los astrocitos se encuentran entre las neuronas y
proporcionan soporte físico a las neuronas, así como consistencia al
encéfalo. •
Separación y aislamiento de las neuronas: estas células fijan las neuronas en
un lugar concreto manteniendo una distancia entre ellas para evitar, así, que
se mezclen los mensajes neuronales. •
Captación de transmisores químicos: los neurotransmisores pueden ser captados
y almacenados en los astrocitos. •
Reparación y regeneración: al contrario que las neuronas, las células gliales
mantienen su capacidad de dividirse a lo largo de la vida. Cuando se produce una
lesión en el SNC, los astrocitos proliferan y emiten un mayor número de
prolongaciones (estos cambios se denominan gliosis). |
- OLIGODENDROCITOS
Los
oligodendrocitos tienen unos cuerpos celulares pequeños y pocas prolongaciones delicadas;
no hay filamentos en su citoplasma. Los oligodendrocitos se encuentran con frecuencia
en filas a lo largo de las fibras nerviosas mielínicas y rodean los cuerpos celulares
nerviosos .
Las microfotografías electrónicas muestran las prolongaciones de un único oligodendrocito que se unen a las vainas de mielina de varias fibras nerviosas. Sin embargo, sólo una prolongación se une a la mielina entre dos nódulos de Ranvier adyacentes
Funciones de los oligodendrocitos
Los oligodendrocitos
son responsables de la formación de la vaina de mielina de las fibras nerviosas
en el sistema nervioso central, mientras que la mielina de los nervios
periféricos se forma a partir de las células de Schwann.
Esta formación y el
mantenimiento de la mielina alrededor de muchos de los axones del sistema nervioso
central proporciona a los axones una cubierta de aislamiento y aumenta de forma
considerable la velocidad de la conducción nerviosa a lo largo de estos axones
Dado que los oligodendrocitos tienen varias prolongaciones, a diferencia de las células de Schwann, pueden formar varios segmentos internodales de mielina en los mismos o diferentes axones. Un oligodendrocito puede formar hasta 60 segmentos internodales.
También debe observarse que, a diferencia de las células de Schwann en el sistema nervioso periférico, los oligodendrocitos y sus axones asociados no están rodeados por una membrana basal. La mielinización comienza aproximadamente en la semana 16 de la vida intrauterina y continúa después del nacimiento hasta que, prácticamente, todas las fibras nerviosas mayores ya están mielinizadas cuando el niño deambula.
Los oligodendrocitos rodean también a los cuerpos de las células nerviosas (oligodendrocitos satélites), y tienen probablemente una función similar a la de las células satélites o capsulares de los ganglios sensitivos periféricos. Además, influyen en el medio bioquímico de las neuronas.
Según
su morfología podemos distinguir 4 tipos claramente diferenciados: |
•
Oligodendrocitos de tipo I: producen entre 4 y 6 procesos primarios que se ramifican,
y mielinizan entre 10 y 30 axones de diámetro estrecho. Se encuentran en el
prosencéfalo, cerebelo y médula espinal. •
Oligodendrocitos de tipo II: son muy similares a los de tipo I, la diferencia
es que fundamentalmente se encuentran sólo en sustancia blanca. •
Oligodendrocitos de tipo III: tienen in cuerpo celular mucha más grande que
los dos primeros y emiten varios procesos primarios. Se localizan en los pedúnculos
cerebelares, en el bulbo raquídeo y en la médula espinal. •
Oligodendrocitos de tipo IV: carecen de procesos y forman una vaina simple de
mielina en axones de gran diámetro. Se localizan alrededor de las entradas de
las raíces nerviosas al SNC. •
Oligodendrocitos satélites: están presentes en la sustancia gris y no
participan en la mielinización de los axones. Su función es desconocida
actualmente. |
MICROGLÍA
Las células
microgliales no se relacionan embriológicamente con las otras células neurogliales,
y derivan de macrófagos externos del sistema nervioso.
Son las células neurogliales
más pequeñas, y se encuentran esparcidas por todo el sistema nervioso central
(fig. 2-31). De sus cuerpos celulares pequeños se originan prolongaciones ondulantes
ramificadas de las que se separan numerosas proyecciones espiculares.
Se asemejan
estrechamente a los macrófagos del tejido conectivo. Migran al sistema nervioso
durante la vida fetal. Las células microgliales aumentan en número en presencia
de tejido nervioso dañado por traumatismo o lesión isquémica y en presencia de enfermedades
como la enfermedad de Alzheimer, la enfermedad de Parkinson, la esclerosis múltiple
y el sida. Muchas de estas células nuevas son monocitos que han migrado desde
la sangre.
Función de las células microgliales
Las células
microgliales del cerebro y de la médula espinal normales parecen ser inactivas y,
en ocasiones, reciben la denominación de células microgliales en reposo.
En la enfermedad
inflamatoria del sistema nervioso central se convierten en las células inmunitarias
efectoras. Retraen sus prolongaciones y migran al sitio de la lesión. En este lugar
proliferan y se convierten en células presentadoras de antígeno, que junto con
los linfocitos T invasores se enfrentan a los organismos invasores.
También son activamente fagocíticas; su citoplasma se llena de lípidos y de restos celulares. A las células microgliales se unen monocitos procedentes de los vasos sanguíneos vecinos.
Funciones principales de la microglía |
En comparacion con los astrocitos y los
oligodendrocitos, este tipo de celula es el mas pequeno. No obstante, tiene funciones tan
importantes como: a) Fagocitar desechos neuronales (al igual que algunos
tipos de astrocitos). b) Proteger al SNC frente a microorganismos invasores. c) Intervenir en los procesos de inflamacion cerebral
despues de una lesion o dano. |
- EPÉNDIMO
Las células
ependimarias revisten las cavidades del cerebro y del conducto ependimario de
la médula espinal. Forman una capa única de células de forma cuboide o cilíndrica
y poseen microvellosidades y cilios. Con frecuencia los cilios son móviles y
sus movimientos contribuyen al flujo del líquido cefalorraquídeo. Las bases de
las células ependimarias se hallan situadas en la membrana limitante interna de
la glía. Las células ependimarias pueden dividirse en tres grupos:
1. 1.¿Ependimocitos, que revisten los ventrículos cerebrales y el conducto ependimario de la médula espinal y se hallan en contacto con el líquido cefalorraquídeo. Las superficies adyacentes tienen uniones intercelulares en hendidura, pero el líquido cefalorraquídeo está en libre comunicación con los espacios intercelulares del sistema nervioso central
2. Tanicitos, que revisten el piso del tercer
ventrículo por encima de la eminencia media del hipotálamo. Estas células
tienen largas prolongaciones basales que pasan entre las células de la
eminencia media y sitúan sus pies terminales sobre los capilares sanguíneos.
3. Células epiteliales coroideas, que cubren
las superficies de los plexos coroides. Los costados y las bases de estas
células forman pliegues, y cerca de sus superficies luminales, las células se
mantienen juntas por uniones estrechas que las rodean.
La presencia de
uniones estrechas previene la fuga de líquido cefalorraquídeo a los tejidos subyacentes.
Funciones de las células ependimarias
Los ependimocitos
ayudan a la circulación del líquido cefalorraquídeo en el interior de las cavidades
cerebrales y del conducto ependimario de la médula espinal por los movimientos
de los cilios. Las microvellosidades de la superficie libre de los ependimocitos
indicarían que tienen también una función de absorción. Los tanicitos transportan
sustancias químicas desde el líquido cefalorraquídeo al sistema portal hipofisario.
De este modo, pueden desempeñar un papel en el control de la producción hormonal
del lóbulo anterior de la hipófisis. Las células epiteliales coroideas se
hallan implicadas en la producción y secreción de líquido cefalorraquídeo de
los plexos coroideos..
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