Psicopatologia del pensamiento
Trastornos del
pensamiento
El
pensamiento se podría definir (Moor) como «un proceso mental propio del hombre,
que le permite reflexionar, juzgar, realizar abstracciones y proceder al
análisis y la síntesis».
1.
Trastornos del curso del pensamiento
Los
trastornos del curso del pensamiento se pueden subdividir en trastornos de la
velocidad y trastornos de la forma propiamente dicha.
1.1.Trastornos de la velocidad Se registra
la cantidad y la velocidad de los pensamientos. Sus principales trastornos son
los siguientes:
·
Taquipsiquia o pensamiento acelerado: El desarrollo del pensamiento es más
rápido de lo normal. Se aprecia una mayor tensión del pensamiento y más
espontaneidad.
Los pacientes verbalizan un alto
número de vocablos por unidad de tiempo. Aparece también una disminución del
período de latencia de respuesta. El paciente tarda menos tiempo de lo normal
en responder a las preguntas, pudiendo incluso comenzar la respuesta antes de
haber acabado la pregunta.
Se
puede observar principalmente en los episodios maníacos, y en algunos
trastornos por abuso de sustancias.
·
Fuga de ideas o pensamiento
ideofugitivo:
Sucesión de asociaciones múltiples por
la que el pensamiento parece saltar bruscamente de un tema a otro. El flujo de
palabras es casi continuo. Existe distraibilidad y se cambia de tema ante cualquier
estímulo externo, aunque pueda ser irrelevante, de manera que prácticamente no
se concluye ninguna idea.
Se observa preferentemente asociado a
taquipsiquias severas y aparece sobre todo en los episodios maníacos,
secundario a algunos tóxicos, y también en los síndromes maniformes de
etiología médica
·
Bradipsiquia o pensamiento inhibido
El desarrollo del pensamiento es
escaso y está retrasado. El discurso es más lento de lo normal. El paciente
habla poco y da la impresión de que le cuesta pensar. Existe un aumento en el
período de latencia de respuesta y un retraso y/o dificultad en la asociación
de ideas.
Es posible observarlo principalmente
en los episodios depresivos, en algunos trastornos por abuso de sustancias (o
en su abstinencia), en algunas enfermedades no psiquiátricas y también como
efecto secundario de algunos fármacos.
·
Bloqueo del pensamiento:
El bloqueo es la interrupción súbita del curso del pensamiento, antes de completa. observador externo. Aparece una parada en el discurso, perdiéndose la idea directriz. El paciente puede referir incapacidad para recordar lo que estaba diciendo o lo que quería decir. Se da especialmente en la esquizofrenia (muchas veces de manera secundaria a la presencia de alucinaciones o de seudoalucinaciones auditivas), si bien también puede darse incluso en sujetos normales en situaciones de ansiedad.
Trastornos de la forma
propiamente dicha
·
Pensamiento circunstancial
La
información dada es excesiva, redundante. El lenguaje es prolijo, existe dificultad
para seleccionar las ideas y no puede discernirse entre aquello que es esencial
y aquello que es accesorio, expresándose todo con la misma importancia.
El
paciente incorpora detalles excesivos, innecesarios, irrelevantes, con
múltiples incisos y comentarios aclaratorios y con evidentes dificultades para
llegar a la idea final, aunque si se le deja hablar lo suficiente, sí que llega
a alcanzarlas, a diferencia de lo que ocurre en el pensamiento tangencial. Se
distingue también de la pobreza del contenido del habla, ya que en el
pensamiento circunstancial el paciente tiende a dar todo tipo de detalles.
Es
un trastorno relativamente inespecífico; se observa en algunos pacientes con
epilepsia, esquizofrenia, retraso mental, algunas personalidades obsesivas,
deterioros cognitivos leves e incluso en personas catalogadas como normales.
·
Pensamiento distraído
El
paciente se para en medio de una frase o idea y cambia el tema en respuesta a estímulos
inmediatos.
·
Pensamiento tangencial
Consiste
en una incapacidad para la asociación de pensamientos dirigidos a un objetivo.
El paciente responde de una forma oblicua a aquello que se le pregunta. En él
se pierde el hilo de la conversación.
·
Pensamiento perseverante o
perseveración
Consiste
en la repetición de la misma respuesta ante diferentes preguntas; el paciente
es prácticamente incapaz de cambiar las respuestas. En él se repiten, fuera de
contexto, palabras, frases o ideas. Le es imposible cambiar el marco de referencia.
Es
bastante inespecífico, si bien se suele asociar a aquellos trastornos con
alteraciones en algunas áreas cerebrales prefrontales, como algunas
esquizofrenias, y algunas demencias, entre otras.
·
Incoherencia
Alteración
extrema en la construcción de frases que hacen que el lenguaje sea incomprensible.
Hay quienes lo consideran el grado extremo de otros trastornos del pensamiento
y del lenguaje (disgregación, descarrilamiento, etc.), en el momento que se
pierde cualquier posible coherencia o conexión lógica entre las diferentes
palabras de una frase.
Es también propio de la esquizofrenia, si bien tiene que diferenciarse de la incoherencia que a veces puede aparecer en cuadros confusionales
·
Alogia
Es
uno de los clásicos síntomas negativos de la esquizofrenia; se expresa como un importante
empobrecimiento del pensamiento y de la cognición. Los procesos de pensamiento
parecen vacíos, lentos y rígidos. Existe una dificultad en generar temas y en
dotarlos de una información adecuada, de manera que el discurso del paciente
aparece empobrecido y vacío de contenido. Se manifiesta de dos maneras:
Pobreza
del lenguaje o del habla (lenguaje vacío y no fluido): Existe una disminución de la
cantidad del habla espontánea, siendo las respuestas breves, poco fluidas,
fragmentarias, vagas y no elaboradas. Es raro que se proporcione información
adicional que no haya sido específicamente preguntada.
El paciente puede incluso no hablar si
no se le pregunta y responder sólo con monosílabos (sí, no, etc.), e incluso
algunas preguntas se pueden quedar sin respuesta.
Pobreza en el contenido del pensamiento
(lenguaje vacío fluido): Existe una disminución en la calidad del pensamiento.
El lenguaje es adecuado en cantidad (la fluidez verbal se halla preservada) y
las respuestas suficientemente largas, pero proporcionan escasa información. El
lenguaje tiende a ser vago, repetitivo, impreciso, abstracto y estereotipado.
Trastornos del contenido
El
contenido se podría definir como aquello que la persona verdaderamente piensa
sobre algo, como ideas, creencias, preocupaciones, obsesiones, delirios, etc. No
todas estas ideas son patológicas:
·
Preocupaciones
Son
temas predominantes en el pensamiento del paciente, que habitualmente se reflejan
en el lenguaje espontáneo. Son normales en situaciones de estrés.
·
Ideas
fijas
Se
trata de ideas que pueden ser falsas, pero que son corregibles y reversibles,
de manera que pueden ser cambiadas bajo un razonamiento adecuado, a diferencia de
la ideación delirante. El sujeto no las siente como extrañas o patológicas. No tienen
una gran carga afectiva sobreañadida.
·
Ideas
sobrevaloradas:
Son
ideas que ocupan un lugar central en la vida de la persona, con marcado tono afectivo
y con un significado propio, en torno a las cuales gira la conducta del paciente.
Existe una importante implicación emocional en las ideas. Sin embargo, se trata
de creencias y no de convicciones.
Éstas suelen ser psicológicamente comprensibles, de temas relativos al honor, a la afirmación social, etc. El paciente no las reconoce como absurdas (a diferencia de la mayoría de las ideas obsesivas) y sí pueden ser rebatibles con una argumentación adecuada (a diferencia de lo que ocurre con las ideas delirantes). No son tampoco necesariamente patológicas.
·
Ideas obsesivas:
Son
ideas, temores, imágenes o impulsos repetitivos, no deseados e irracionales, que
el paciente reconoce (aunque a veces no completamente) como absurdos e irracionales,
que se imponen al paciente y que crean una gran ansiedad
Según
la forma, las obsesiones se pueden dividir en impulsos, representaciones,
temores, ideas o dudas obsesivas. Los contenidos más frecuentes son de
contaminación, dudas, somáticos, necesidad de simetría, agresivos, sexuales,
religiosos y del paso del tiempo. Son propias del trastorno obsesivo-compulsivo
(TOC), y se estudian de forma más amplia en el capítulo correspondiente a este
trastorno.
·
Ideas
fóbicas
Son
temores acusados y persistentes, excesivos e irracionales, desencadenados por la
presencia o anticipación de un objeto o situación específicos, Existe una
reacción desproporcionada con la causa que las provoca, y la relación
objeto-situación con la respuesta de miedo resultante es irracional
·
Pensamiento
mágico
Creencia
que las palabras, ideas o acciones pueden determinar o impedir un suceso por
medios mágicos, sin tener en cuenta las leyes de la causalidad lógicas.
Se
dan en el TOC, en el juego patológico, en algunas esquizofrenias y también en algunos
sujetos normales.
·
Ideas
delirantes
Creencia
falsa basada en una inferencia incorrecta de la realidad, que es firmemente
sostenida por el sujeto, a pesar de que los demás crean lo contrario
(ordinariamente no es aceptada por otros miembros de la subcultura o cultura a
la que pertenece el sujeto) y de que haya pruebas o evidencias
incontrovertibles de su inconsistencia.
Tipos de ideas
delirantes:
·
Delirios
de referencia o de autorreferencia:
Se trata de la sensación de que la conducta de los demás se está refiriendo a uno mismo; por lo tanto, pueden existir significados ocultos relacionados con el sujeto en cualquier suceso cotidiano. Así, las acciones de los demás, que en condiciones normales tendrían un significado neutro, tienen un nuevo significado, referido hacia el paciente, y muchas veces con significados amenazadores.
·
Delirios
de persecución
Quizá sea el tipo más frecuente o,
como mínimo, el más representativo. El paciente cree firmemente que existe una
conspiración contra él o que está siendo perseguido de alguna manera. Alguien,
o alguna fuerza externa, está intentado dañarle, causarle lesiones físicas,
pretendiendo matarle, etc. Puede existir todo un complot contra él. El paciente
se siente acosado, perseguido, perjudicado, incluso puede llegar a creer que su
vida está en peligro. Es un delirio típico de la esquizofrenia paranoide, así
como del trastorno por ideas delirantes.
·
Delirios
de control o de influencia
El delirio de control es complejo de
entender. Se trata de una sensación subjetiva e intensa de estar bajo el
control de alguna fuerza extraña o de alguna persona, muchas veces mediante
mecanismos más o menos sofisticados (micrófonos, cámaras, chips, etc.) que de
alguna forma modifican su mente. El paciente es objeto de la acción
intencionada de otros que se la hacen vivir sensorialmente como influencia dañina,
posesión o control. Se puede asociar a trastornos de la vivencia del Yo, como
fenómenos de lectura, inserción o difusión del pensamiento.
·
Delirio
celotípico o de celos
Se trata de un delirio centrado en la
creencia de una infidelidad por parte de la pareja del enfermo. El paciente
está convencido de que su pareja le es infiel y busca constantemente indicios
que corroboren su hipótesis. Para diagnosticar un delirio celotípico, el
pensamiento del paciente tiene que cumplir las características de una ideación
delirante, y no sólo hay que considerar la verosimilitud del contenido del
delirio. Además de darse en pacientes con esquizofrenia y con trastorno
delirante, se trata de un delirio común en pacientes con dependencia de alcohol.
·
Delirio
Erotomaniaco:
El paciente mantiene la creencia de que
otra persona, en general de nivel social, cultural o económico superior (o a
veces también personas no conocidas por el paciente que suelen salir en los
medios de comunicación, como locutores de televisión, políticos, habituales de
revistas del corazón), está locamente enamorado de él o de ella. En este
contexto puede interpretar cualquier gesto, mirada, comentario como signos
irrevocables de su amor hacia él-ella. Su conducta puede ser consecuente con su
creencia delirante, hecho que puede provocar problemas a la otra persona. Este
tipo de delirio puede aparecer en solitario, como una forma especial dentro del
trastorno delirante, o también dentro de otros trastornos que cursen con
delirios.
·
Delirios
de culpa
Convicción inamovible de haber hecho
algo imperdonable; el paciente se siente culpable de todo lo que ha ocurrido a
él e incluso a su familia y amigos, y sus síntomas son la consecuencia de su
incompetencia, sus pecados, etc., por todo lo cual merece ser castigado. En
este contexto, el tiempo de vida que le queda por vivir sólo será un infierno
bien merecido en un intento por redimir sus culpas.
Por eso hay que valorar el riesgo de suicidio en estos pacientes. Es un delirio propio, pero no exclusivo, de algunos cuadros depresivos melancólicos
·
Delirios
de ruina
Creencia delirante de que las
posesiones materiales se han perdido, y el paciente puede llegar a asegurar que
él y su familia están totalmente arruinados y en la más absoluta pobreza. Es
también un delirio propio de depresiones melancólicas.
·
Delirios
somático-hipocondríacos
Se trata de delirios relacionados con
el funcionamiento del propio organismo, de manera que el paciente puede tener
la convicción de que su cuerpo o alguna parte de él no está funcionando bien.
También es propio de depresiones melancólicas.
Es preciso distinguirlo de la
hipocondría no delirante, en la que existe una interpretación errónea de las
sensaciones físicas, con una importante preocupación y malestar, pero en la que
la creencia no es delirante. Esta distinción entre ideación hipocondríaca
sobrevalorada o delirante a menudo es compleja, y es objeto de debate en las
clasificaciones actuales. La creencia de estar infectado por pequeños animales
que no le dejan vivir, junto con sensaciones de picor y/o molestias difusas de
todo el cuerpo, se denomina delirio de infestación o de posesión zoopática, o
síndrome de Ekbom(El síndrome de Ekbom,
también denominado delirio parasitario, delirio de infestación o parasitosis
imaginaria, es una enfermedad psícologica en la que los enfermos creen tener
infestaciones en su casa o sobre si, pudiendo llegar a sufrir picaduras e irritaciones,
a veces autoproducidas al rascarse compulsivamente.)
Puede aparecer en trastornos
psicóticos y también en el abuso de cocaína.
·
Idea
delirante de grandeza:
El sujeto se percibe poderoso, rico,
feliz, capaz de iniciar las empresas más inverosímiles, como negocios o la conquista
de un récord mundial o del espacio. Este síntoma es frecuente en psicosis como
manía, esquizofrenia y psicosis orgánicas o por cocaína.
·
Idea
delirante mesiánica
En este caso el sujeto no sólo cree
tener capacidades sobrenaturales o muy especiales, sino que está en relación o
tiene un vínculo especial con Dios, se percibe enviado de Dios, Dios mismo o el
responsable de todo lo que le sucede a la humanidad, al mundo, al universo;
incluso, gracias a él, Dios existe y le concede poder.
Es un trastorno muy frecuente en
esquizofrenia, manía o con la intoxicación de alucinógenos: el paciente viene o
está para salvar al mundo, es la reencarnación de otro enviado con anterioridad
como Cristo, Huitzilopochtli o la diosa Citlalli, o siente que “la Virgencita
le habla”
·
Idea
delirante de metamorfosis
En este caso es cualquier tipo de
modificación que no sea necesariamente un animal; el sujeto puede llegar a
creer que se transforma en un objeto inanimado,
como una piedra o un cuchillo.
Existe también un síndrome de
intermetamorfosis, que es la convicción delirante de que varias personas de su
ambiente se transforman en otras, tanto física como mentalmente.28
Caso
32. Paciente femenino de 22 años de edad que inicia un cuadro psicótico completo
y asegura que el cartero, el mesero y un compañero de trabajo realmente son un
primo suyo, que se transforma en estas tres personas porque está enamorado de
ella, para acecharla, conquistarla y perjudicarla.
Trastornos de la
experiencia (vivencia del Yo) del pensamiento
También
denominados trastornos de la propiedad del pensamiento (Higueras y cols.,
2005), son experiencias de difícil exploración y objetivación. En ellos el mundo
interno del paciente se escapa de su control, de manera que éste pierde su propiedad
privada, ya que el paciente tiene la sensación que puede ser percibido o manipulado
por terceras personas. Su examen adecuado requiere no sólo la respuesta
afirmativa del paciente a la pregunta, sino también una descripción de la
experiencia por parte del entrevistado. Todos ellos son fenómenos
característicos (pero no exclusivos) de la esquizofrenia. Las alteraciones más
importantes son las siguientes:
·
Difusión
o divulgación del pensamiento
El
paciente experimenta que sus pensamientos se difunden fuera de su mente, de manera
que pueden ser captados por otros. El paciente nota como si los demás pudieran
conocer lo que él piensa. Es una experiencia pasiva, en el sentido de que no es
deseada, sino experimentada. En esta línea, el paciente puede también referir
sonorización del pensamiento, percibiendo de forma verbalizada su propio pensamiento.
·
Inserción
o imposición del pensamiento
El
paciente carece de sentido normal de posesión de sus pensamientos, que no son suyos
y que se experimentan como extraños. Han sido insertados en su interior mediante
algún mecanismo (telepatía, ordenadores, etc.), de manera que está pensando no
lo que él desea, sino lo que otros quieren.
· Robo del pensamiento
El
paciente cree que alguna fuerza externa le ha sacado los pensamientos de su cabeza,
de manera que no tiene pensamientos. Es también una experiencia pasiva,
experimentada, aunque no deseada, pero, a diferencia de la difusión, hay una
experiencia de robo real, que puede llegar a ocasionar explicaciones
delirantes.
·
Lectura
del pensamiento
El
paciente vivencia que los demás conocen sus pensamientos o que pueden leer su
mente.
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