Trastorno por inhalantes y solventes volátiles
Trastornos relacionados con inhalantes
Los
inhalantes de abuso (también denominados sustancias volátiles o solventes)
son hidrocarburos volátiles que a temperatura ambiente se volatilizan en
vapores gaseosos que pueden inhalarse por la boca o la nariz y alcanzar el
torrente sanguíneo por vía transpulmonar.
Estos
componentes se encuentran comúnmente en numerosos productos de uso habitual y
se comercializan en cuatro formas:
1) Disolventes
para colas y adhesivos.
2) Propelentes
para aerosoles (p. ej., de pintura, lacas para el cabello, productos de cocina
y cremas de afeitar
3)Diluyentes
(p. ej., para productosde pintura y líquidos para la corrección de escritos)
4)Combustibles
(p. ej., gasolina y propano).
A
pesar de sus diferencias químicas, se cree que estos compuestos comparten
algunas propiedades farmacológicas.
La
razón por la que a las personas, en especial adolescentes, les gusta inhalar estos
productos son sus efectos estupefacientes.
Los
inhalantes se asocian con una serie de problemas, entre los que se incluyen el
trastorno de conducta, los trastornos del estado de ánimo, las tendencias
suicidas y los abusos físicos y sexuales o negligencia. En algunos casos, un
uso de inhalantes temporal y a una temprana edad puede ser un síntoma de un
problema para toda la vida, con comportamientos externalizantes y propensión al
riesgo.
|
Nitrito amílico, nitrito butílico(“Poppers” o “reventadores”,“video head cleaners” o “limpiadores de cabezal de video”) Síndrome de muerte súbita por inhalación, supresión de la función
inmunológica, daño a los glóbulos rojos (lo que interfiere con el aporte de
oxígeno a tejidos vitales). Benceno (Se encuentra en la gasolina) Daño a la médula ósea, deterioro de la función inmunológica, aumento del riesgo de contraer leucemia, toxicidad del sistema reproductivo. Butano, propano (Se encuentra en el líquido de los encendedores,
aerosoles de pinturas y de fijadores de pelo) Síndrome de muerte súbita por inhalación causada por los efectos
cardiacos, lesiones graves por quemaduras (debido a la combustibilidad). Freón (Se utiliza como refrigerante y propulsor de aerosoles) Síndrome de muerte súbita por inhalación, lesiones en el hígado,
obstrucción respiratoria y muerte (causada por el enfriamiento repentino o daño por
frío a las vías respiratorias). Cloruro de metileno (Se encuentra en diluyentes y removedores de pinturas, quitagrasas) Reducción de la capacidad de la sangre para transportar oxígeno, cambios
e el músculo cardiaco y en el pulso. Óxido nitroso (“gas hilarante”), hexano Muerte por falta de oxígeno al cerebro, alteraciones en la percepción y
coordinación motriz, pérdida de sensación, espasmos en las extremidades,
pérdida del conocimiento debido a cambios en la presión sanguínea,
disminución del funcionamiento del músculo cardiaco. Tolueno (Se encuentra en la gasolina, líquidos correctores, diluyentes y
removedores de pinturas) Daño cerebral (pérdida de la masa del tejido cerebral, deterioro en la
cognición, problemas con la marcha o el andar, pérdida de la coordinación y del
equilibrio, espasmos en las extremidades, pérdida auditiva y de la visión), daño al
hígado y a los riñones. Tricloruro de etileno (Se encuentra en los removedores
de manchas y quita grasas) Síndrome de muerte súbita por inhalación, cirrosis hepática,
complicaciones reproductivas, daño auditivo y de la visión. |
Inhalables |
Definición |
Tipos de
productos |
Composición química |
Solventes |
Son
sustancias que contienen hidrocarburos con un halógeno (flúor, cloro, bromo o
yodo) ya sean aromáticos o alifáticos. Los inhalables que más se usan en
abuso son los de este grupo. |
•
Combustibles (gasolina) •
Pegamentos •
Cementos especiales •
Removedor de barniz de uñas •
Removedor de pintura •
Adelgazador de pintura (tíner) •
Líquido corrector y tíner •
Desmanchadores |
•
Heptanos y octanos • Tolueno,
acetato de etilo, acetona, varias cetonas •
Tricloroetileno, tetracloroetileno •
Acetona, acetato de etilo • Tolueno,
cloruro de metilo, acetona, acetato de etilo •
Destilados del petróleo, ésteres, acetona •
Tricloroestileno, tricloroetano • Xileno,
destilados del petróleo, clorohidrocarburos |
Aerosoles o esprays |
Presente
en latas de pintura en espray, para el
cabello, para cocinar, desodorantes,
etcetera. |
•
Esprays de pintura •
Esprays para el cabello •
Desodorantes, odorizantes del aire •
Esprays analgésicos y para el asma •
Limpiadores de computadora |
•
Butano, propano, flurocarbonos, tolueno, hidrocarburos •
Butano, propano, clorofluorocarbonos (cfc) •
Butano, propano, cfc •
cfc •
Dimetil éter, hidrofluorocarbonos |
Gases |
Como los
anestésicos, el óxido nitroso o gas de la risa, gas butano para encendedores
o extinguidores. |
•
Gas o líquido de encendedor •
Extinguidor de fuego •
Anestésicos |
•
Butano, isopropano •
Bromoclorodifluorometano •
Óxido nitroso, halotano, enfluorano,
cloruro de etilo |
Nitritos |
Nitritos de alquilo volátiles. |
• Tratamiento de angina de pecho y de intoxicación por
cianuro “poppers” |
• Nitrito
de amilo, nitrito isobutilo, butilo |
NEUROFARMACOLOGÍA
Los
inhalantes más consumidos por los adolescentes estadounidenses son, por orden descendente,
la gasolina, la cola (que habitualmente contiene tolueno), los aerosoles de
pintura, los disolventes, los productos de limpieza y otros aerosoles. Inhalar
el vapor por la nariz o a través de la boca (mediante inspiraciones profundas)
induce la absorción transpulmonar y un acceso muy rápido de la droga al
cerebro.
Son
frecuentes la respiración a través de una tela empapada en disolvente, la
inhalación de vapores de una bolsa llena de cola, aspirar bocanadas de vapor
aerosolizado en el interior de una bolsa de plástico o respirar el vapor de una
lata de gasolina.
De
15 a 20 respiraciones de vapor de gasolina al 1% producen varias horas de
intoxicación.
Las
concentraciones inhaladas de tolueno de una bolsa que contiene cola pueden alcanzar
las 10 000 partes por millón (ppm), y cada día pueden inhalarse los vapores de
varios tubos de cola. Como comparación, en un estudio se demostró que la exposición
durante 6 h a solo 100 ppm de tolueno produce un deterioro transitorio del rendimiento
neuropsicológico de un 10%.
Los
inhalantes actúan, por lo general, como depresores del SNC. Puede aparecer tolerancia,
aunque los síntomas de abstinencia suelen ser leves.
Estas
sustancias se absorben rápidamente a través de los pulmones y alcanzan el cerebro
con la misma celeridad. Los efectos aparecen a los 5 min y pueden durar de 30
min a varias horas, según la sustancia inhalada y la dosis. Las concentraciones
plasmáticas de muchos inhalantes aumentan cuando se usan en combinación con alcohol,
probablemente por la competición por las enzimas hepáticas.
Aunque
una quinta parte se excreta sin modificar a través de los pulmones, el resto es
metabolizado por el hígado. Los inhalantes son detectables en sangre durante
4-10 h tras el consumo y, en caso de sospecha, deben obtenerse muestras de
sangre en el servicio de urgencias.
De manera análoga al alcohol, los inhalantes tienen efectos farmacodinámicos específicos que no se han dilucidado completamente. Puesto que sus efectos suelen ser similares y aditivos a los de otros depresores del SNC (p. ej., el etanol, los barbitúricos y las benzodiazepinas), algunos investigadores han indicado que actúan potenciando el sistema del GABA. Otros han indicado que actúan por fluidificación de la membrana, que también se ha postulado como un efecto farmacodinámico del etanol.
Sistema
glutamatérgico e inhalables |
El glutamato es un
aminoácido que funciona como neurotransmisor excitatorio; es decir, activa a
las neuronas y hace que disparen un impulso eléctrico. Es el nneurotransmisor
más abundante del sistema nervioso, y se le ha relacionado con la formación
de la memoria, la epilepsia y la plasticidad neuronal. El glutamato actúa
uniéndose a moléculas receptoras específicas en la membrana de las neuronas;
estos receptores pueden ser de varios tipos. Se les llama receptores
glutamatérgicos, y de acuerdo con la manera como fueron descubiertos tienen
nombres como ampa (ácido alfa-amino-3-hidroxi-5-metil-4-isoxazolpropiónico) o
nmda (N-metil-D-aspartato). Los receptores
glutamatérgicos nmda se encuentran en la superficie de la membrana celular.
Cuando las células están en reposo, los receptores nmda están inactivos. Podríamos
imaginarlos como canales con compuertas que se abren o cierran dependiendo de
si la neurona es excitada o inhibida, respectivamente. Cuando la neurona
es excitada por el glutamato, las compuertas del canal se abren y permiten el
paso de iones positivos (como sodio y calcio) del exterior al interior de la
neurona, produciendo excitación. Al parecer, lo que hacen ciertos inhalables es
antagonizar o “bloquear” directamente a estos receptores excitatorios
glutamatérgicos cerebrales. Es muy importante
destacar que la primera evidencia de que los inhalables podían actuar sobre
estos receptores nmda provino de la doctora Silvia Cruz, investigadora del Departamento
de Farmacobiología del Centro de Investigación y Estudios Avanzados Sur, en
México. En un experimento
demostró que el tolueno (sustancia presente en numerosos disolventes) actúa
como un antagonista; es decir, que bloquea la actividad del glutamato sobre
el receptor nmda, evitando o disminuyendo la excitación de la neurona. Esto produce una
disminución en la capacidad de las células para responder ante los estímulos.
También se ha demostrado que el óxido nitroso, benceno, xileno y
tricloroetano inhiben a este receptor. Se sabe que los receptores glutamatérgicos nmda participan en el aprendizaje y la formación de la memoria de largo plazo, y cuando el tolueno actúa sobre ellos se observan déficits de memoria en roedores. Este hallazgo en animales también se observa en humanos, pues los consumidores crónicos de inhalables presentan alteraciones en el aprendizaje y la memoria. Como ya se había
mencionado, la mayoría de los inhalables producen efectos similares a los
producidos por el alcohol. Esto también ocurre
a nivel neuronal, pues tanto el alcohol como los inhalables actúan sobre los
sistemas glutamatérgico y gabaérgico (véase siguiente
apartado). Sin embargo, se necesitan mayores concentraciones de alcohol para
producir las mismas acciones que se observan a nivel celular con los inhalables. En
resumen: los disolventes son mucho más potentes que el alcohol. |
Sistema gabaérgico e
inhalables |
El ácido gamma-amino-butírico o gaba
es el neurotransmisor inhibitorio por excelencia en el sistema nervioso. Al
actuar sobre sus receptores, las neuronas se inhiben y ya no disparan
impulsos eléctricos. Las neuronas gabaérgicas muestran
una distribución difusa, lo que sugiere que funcionan como inter neuronas:
neuronas que modulan la actividad de otras neuronas. potenciando la acción
inhibitoria del gaba. Al parecer los inhalables también
actúan sobre el sistema gabaérgico, pues se ha demostrado que el tolueno y el
tricloroetileno potencian las acciones del gaba, lo que explica los efectos
ansiolíticos reportados por los usuarios y observados en modelos animales. Por otro lado, los nitritos de
alquilo son el único grupo que, al parecer, no produce sus efectos a través
de los mecanismos descritos previamente, sino a tra- vés del óxido nítrico,
que es un vasodilatador endógeno que relaja los músculos. |
El sistema dopaminergico |
Los inhalables, al igual que otras
drogas, tienen altos efectos reforzantes. En animales se ha observado que la
exposición a tolueno aumenta los niveles de dopamina en el núcleo accumbens y
produce, además de los efectos que hemos descrito, un efecto placentero que
puede llevar al uso repetido de la sustancia y eventualmente a la adicción.
Los científicos aún se encuentran dilucidando si el aumento de la dopamina
está dado por la acción directa de la sustancia sobre el sistema
dopaminérgico o si está mediado por la acción de los inhalables sobre el
sistema gabaérgico. |
·
DIAGNÓSTICO
Trastorno por consumo de inhalantes
La mayoría de las personas probablemente consumen inhalantes durante un período breve sin desarrollar un patrón de consumo a largo plazo que produzca dependencia y abuso. Sin embargo, la dependencia y el abuso de inhalantes pueden darse, y se diagnostican de acuerdo con los criterios del DSM-5
Criterios para el diagnóstico de
F18.00 Intoxicación por inhalantes (292.89)
A. Consumo reciente intencionado o
breve exposición a dosis altas de inhalantes volátiles (excluyendo los gases
anestésicos y los vasodilatadores de acción corta).
B. Cambios psicológicos o
comportamentales desadaptativos clínicamente significativos (beligerancia,
violencia, apatía, deterioro del juicio, deterioro de las actividades social o
laboral) que aparecen durante o poco tiempo después del consumo o exposición a
inhalantes volátiles.
C. Dos (o más) de los siguientes
signos, que aparecen durante o poco tiempo después del consumo o exposición a
inhalantes:
1. Mareo
2. Nistagmo
3. Incoordinación
4. Lenguaje farfullante
5. Marcha inestable
6. Letargía
7. Disminución de los reflejos
8. Retraso psicomotor
9. Temblores
10. Debilidad muscular generalizada
11. Visión borrosa o diplopía
12. Estupor o coma
13. Euforia
D. Estos síntomas no son debidos a
enfermedad médica ni se explican mejor por la presencia de otro trastorno mental.
- Trastornos inducidos por inhalantes
- Intoxicación por inhalantes
- Delirium por intoxicación por inhalante
- Demencia persistente inducida por inhalantes
- Trastorno psicótico inducido por inhalantes: con ideas delirantes, con alucinaciones
- Trastorno del estado de ánimo inducido por inhalantes
- Trastorno de ansiedad inducido por inhalantes
- Trastorno relacionado con inhalantes no especificado.
·
Intoxicación por inhalantes
Los
criterios diagnósticos para la intoxicación por inhalantes especifican la
presencia de cambios conductuales desadaptativos y al menos dos síntomas
físicos.
El
estado de intoxicación se caracteriza por apatía, reducción de la función
social y laboral, deterioro del juicio y conducta impulsiva o agresiva; puede
acompañarse de náuseas, anorexia, nistagmo, hiporreflexia y diplopía. Con dosis
altas y exposiciones prolongadas, el estado neurológico puede progresar hacia
el estupor y la inconciencia y, posteriormente, el individuo puede presentar
amnesia del período de intoxicación.
En ocasiones, los clínicos pueden identificar un consumo reciente de inhalantes por exantemas periorificiales (alrededor de la nariz y la boca del paciente); aliento con olores insólitos; residuos de inhalantes sobre la cara, las manos o la indumentaria, e irritación ocular, faríngea, bronquial y nasal.
·
Delírium por intoxicación por inhalantes
El
delírium puede estar inducido por los efectos de los propios inhalantes, por interacciones
farmacodinámicas con otras sustancias y por la hipoxia, que puede asociarse
tanto al inhalante como al método de inhalación. Si produce alteraciones conductuales
graves, puede ser necesario el tratamiento a corto plazo con un antagonista de
los receptores de la dopamina, como el haloperidol. Deben evitarse las benzodiazepinas por la posibilidad de
aumentar la depresión respiratoria.
·
Demencia persistente inducida por inhalantes
La demencia persistente inducida por inhalantes, como sucede con el delírium, puede resultar de los efectos neurotóxicos de los propios inhalantes, por los de los metales (p. ej., el plomo) empleados a menudo en los inhalantes, o por los efectos de períodos frecuentes y prolongados de hipoxia. La demencia causada probablemente es irreversible en todos los casos, a excepción de los más leves.
·
Trastorno psicótico inducido por inhalantes
Los
clínicos pueden especificar la presencia de alucinaciones o delirios como síntomas
predominantes. Los estados paranoides probablemente sean los síndromes psicóticos
más frecuentes en la intoxicación por inhalantes.
·
Trastorno del estado de ánimo y trastorno de ansiedad
inducidos por inhalantes
El
trastorno del estado de ánimo y el de ansiedad inducidos por inhalantes
permiten la clasificación de los trastornos relacionados con inhalantes
caracterizados por
síntomas
destacados del estado de ánimo y de ansiedad. Los trastornos depresivos son los
trastornos del estado de ánimo que con más frecuencia se asocian al consumo de inhalantes,
y de los trastornos de ansiedad, los más habituales son el trastorno de pánico
y el trastorno de ansiedad generalizada.
·
CUADRO CLÍNICO
En
dosis iniciales pequeñas, los inhalantes pueden causar desinhibición y producir
sensaciones de euforia y excitación, así como agradables sensaciones de
suspensión, efectos por los que presumiblemente los individuos consumen estas
drogas.
Las
dosis altas de inhalantes pueden provocar síntomas psicológicos de temor,
ilusiones sensoriales, alucinaciones visuales y auditivas, y distorsiones del
tamaño corporal.
Los
síntomas neurológicos pueden consistir en disartria, bradilalia y ataxia. El consumo
a largo plazo puede asociarse a irritabilidad, labilidad emocional y deterioro de
la memoria.
Los
inhalantes pueden inducir tolerancia en algunos consumidores; un síndrome de
abstinencia puede acompañar a la interrupción del consumo.
El
síndrome de abstinencia no es frecuente, pero se caracteriza por trastornos del
sueño, irritabilidad, temblor, diaforesis, náuseas y vómitos, taquicardia y, en
ocasiones, delirios y alucinaciones.
·
Alteraciones orgánicas y efectos neurológicos
Los
inhalantes se asocian con muchos efectos adversos potencialmente graves.
El
más extremo es la muerte, que puede resultar de la depresión respiratoria,
arritmias cardíacas, asfixia, aspiración de vómito o accidentes o traumatismos
(p. ej., al conducir un vehículo durante la intoxicación con inhalantes).
Introducir un trapo empapado en inhalante en una bolsa de plástico y meter la
cabeza en el interior, un procedimiento común, puede provocar coma y muerte por
asfixia.
Los
consumidores crónicos de inhalantes pueden presentar numerosos problemas neurológicos.
La tomografía computarizada (TC) y la resonancia magnética (RM) demuestran atrofia difusa del cerebro, el cerebelo y el tronco cerebral, con afectación de la sustancia blanca, lo que se conoce como leucoencefalopatía.
Las
TC por emisión de fotón único (SPECT) de adolescentes que habían abusado de los
disolventes han demostrado aumentos y reducciones del flujo sanguíneo en
diferentes áreas cerebrales.
En
varios estudios en pintores y trabajadores expuestos a disolventes durante
períodos prolongados también se han observado signos de atrofia cerebral en la
TC, con reducción del flujo sanguíneo cerebral.
Los
signos y síntomas neurológicos y conductuales pueden consistir en hipoacusia,
neuropatía periférica, cefalea, parestesias, signos cerebelosos, alteraciones
motoras persistentes, parkinsonismo, apatía, deterioro de la concentración,
pérdida de la memoria, disfunción visuoespacial, deterioro del procesamiento
del material lingüístico y encefalopatía por plomo.
Las
alteraciones de la sustancia blanca o la atrofia pontina en la RM se han
asociado con puntuaciones inferiores del cociente intelectual (CI). La
combinación de disolventes orgánicos con altas concentraciones de cobre, cinc y
metales pesados se ha asociado con la aparición de atrofia cerebral, epilepsia
del lóbulo temporal, reducción del CI y diversas alteraciones
electroencefalográficas.
Otros
efectos adversos graves asociados con el consumo a largo plazo de inhalantes
incluyen lesión hepática o renal (acidosis tubular) irreversible y lesión muscular
permanente asociada a rabdomiólisis. Además, también pueden producirse síntomas
cardiovasculares y pulmonares (p. ej., dolor torácico y broncoespasmo), así como
gastrointestinales (p. ej., dolor, náuseas, vómitos y hematemesis).
Se
han publicado diversas descripciones clínicas de embriopatía por tolueno con
signos como los del síndrome alcohólico fetal, entre los que se incluyen bajo
peso al nacer, microcefalia, reducción de la hendidura palpebral, microfacies,
baja implantación de las orejas y otros signos dismórficos, y se ha descrito
que estos neonatos presentan retraso del desarrollo, hiperactividad y
disfunción cerebelosa.
Sin embargo, no se han publicado evidencias convincentes de que el tolueno, el inhalante mejor estudiado, provoque lesiones genéticas en las células somáticas
Alteraciones en nuestro organismo
- Daño en sistema respiratorio
Indudablemente, dado que las sustancias volátiles se consumen por la vía aérea, uno de los principales daños ocurre en el sistema respiratorio, debido al contacto directo de la sustancia con sus tejidos, afectando al sistema del olfato e irritando el tejido pulmonar. También pueden ocurrir accidentes por asfixia o una disminución en la entrada de oxígeno (hipoxia), tos, silbidos, dificultad para respirar, hemorragia nasal, pérdida del olfato y neumonía.
Los inhalables pueden causar la muerte: este fenómeno ha sido llamado “muerte súbita por inhalación”, y puede ocurrir incluso durante la primera vez que se consumen. Sin embargo, parece que esta muerte súbita está relacionada con los efectos sobre el corazón. Lo abordaremos a continuación.
- Daño en el corazón
- Daño renal y hepático
Algunas sustancias inhalables, como cloroformo o el tricloroetano, se metabolizan en el hígado y pueden producir metabolitos reactivos que lleven a una falla hepática.
La función de nuestro hígado y riñones es procesar, metabolizar y excretar todas las sustancias que consumimos. Si están dañados, nuestro cuerpo va perdiendo la capacidad de procesar y filtrar cualquier sustancia, incluyendo los alimentos, y eso puede llegar a causar la muerte.
- Daño en la sangre
- Daño durante el embarazo
El uso durante el embarazo incrementa el riesgo de parto prematuro o aborto espontáneo, y los recién nacidos pueden presentar síndrome de abstinencia, bajo peso y baja talla al nacer, retraso en el desarrollo y reducción en la densidad neuronal; esto se ha observado tanto en roedores como en humanos.
·
TRATAMIENTO
La
intoxicación por inhalantes, como sucede con la intoxicación por alcohol, no
suele precisar atención médica y se resuelve espontáneamente.
Sin
embargo, efectos como el coma, el broncoespasmo, el laringoespasmo, las
arritmias cardíacas, los traumatismos o las quemaduras requieren tratamiento.
Por otra parte, la atención consiste principalmente en tranquilizar al
paciente, prestar un apoyo silencioso, y atención a las constantes vitales y al
nivel de conciencia.
Los
sedantes, incluidos las benzodiazepinas, están contraindicados porque agravan
la intoxicación por inhalantes.
No
se dispone de un tratamiento establecido para los problemas cognitivos y mnésicos
de la demencia persistente inducida por inhalantes. Se ha ofrecido asistencia
social y un apoyo social amplio para los adultos gravemente deteriorados dependientes
de inhalantes e indigentes. Los pacientes probablemente requieran un gran apoyo
en el seno de su familia o en centros de atención domiciliaria o albergues.
La
evolución y el tratamiento del trastorno psicótico inducido por inhalantes son similares
a los de la intoxicación por inhalantes. El trastorno es breve y dura entre unas
horas y unas semanas (como mucho) después de la intoxicación.
Está
indicado el tratamiento enérgico de las complicaciones potencialmente mortales,
como el paro respiratorio o cardíaco, junto con el tratamiento conservador de
la intoxicación.
La confusión, el pánico y la psicosis obligan a prestar especial atención a la seguridad del paciente. La agitación grave probablemente requiera un control cauto con haloperidol (5 mg por vía intramuscular, para un peso corporal de 70 kg). Se evitarán los sedantes porque pueden agravar la psicosis. Los trastornos de ansiedad y del estado de ánimo inducidos por inhalantes pueden precipitar una ideación suicida; se evaluará con cuidado a los pacientes ante esa posibilidad. Los ansiolíticos y antidepresivos no son útiles en la fase aguda de la enfermedad; pueden serlo en casos de ansiedad o depresión coexistentes.
- Caso clínico:
Una mujer hispana de 16 años de edad, soltera, fue derivada a un programa universitario de tratamiento de adicción a sustancias para su evaluación. La paciente había sido condenada por robo de vehículo, intimidación con un arma y pérdida de control con su familia. A los 15 años había consumido regularmente inhalantes y bebido alcohol en grandes cantidades. Había consumido corrector líquido, lejía, limpiador de azulejos, laca del cabello, laca de uñas, cola y gasolina, aunque prefería el aerosol de pintura. Había inhalado pintura varias veces al día durante unos 6 meses, a los 15 años, y consumido un máximo de ocho botes de pintura al día. La paciente decía: «Lo anula todo». Ocasionalmente había perdido la conciencia y creía que la pintura le había deteriorado la memoria y la había «entontecido
- Referencias bibliográficas
Sadock’s, K.
&. (2015). Synopsis of Psychiatry 11 edition . Barcelona : Wolters Kluwer.
Bryan, muchas gracias, excelente información y muy muy completo, en verdad muchas gracias!!
ResponderBorrarMuchas gracias a usted :)
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