Sindrome de Anton
Síndrome de Anton
- Introducción
El
síndrome de Anton-Babinsky es un raro síndrome que se presenta con ceguera
cortical bilateral, anosognosia visual o negación de la ceguera asociado a
confabulación. Originalmente descrito por Gabriel Anton, quien describió
pacientes con ceguera objetiva y déficit auditivo que demostraban una falta de
percepción de su déficit; posteriormente fue Joseph Babinsky quien utiliza el
término de anosognosia para describir este fenómeno.(1–3) Se conoce que un daño
occipital bilateral puede resultar en ceguera pero se desconoce la causa que
los pacientes lo nieguen.
El
diagnóstico de desórdenes visuales de procesamiento cortical cerebral como el
síndrome de Anton plantea un desafío clínico aunado a que la etiología
anatomo-patológica es atípica.
Es de
importancia reconocer este raro síndrome neuropsiquiátrico cuyas
características son únicas y en la literatura mundial son pocos los casos
descritos, esto permitirá un mejor reconociemiento y permitirá un abordaje
adecuado e integral ya que el impacto funcional sobre el paciente y las
implicaciones socioeconómicas son importantes.
Las
isquemias focales que afecten predominantemente los territorios limítrofes de
las grandes arterias cerebrales causan los llamados "infartos
fronteras".
En caso
de afectación del territorio frontera entre la arteria cerebral media y la
arteria cerebral anterior se origina el "síndrome del hombre en el
barril" .
El
infarto isquémico que se desarrolla en la región parieto-occipital, es decir,
en el territorio limítrofe entre la arteria cerebral media y la arteria
cerebral posterior da origen al "síndrome de ceguera cortical" caracterizado por la incapacidad de ver, a
pesar de la no afectación de las vías visuales anteriores y que suele
acompañarse de dislepsia, disgrafía y acalculia.
Cuando se lesiona la corteza visual primaria
de un hemisferio cerebral o el haz de fibras aferentes a esa región se produce
una hemianopsia homónima contralateral.
Su
disfunción bilateral da lugar a la ceguera cortical, el paciente no identifica
formas, muy excepcionalmente puede percibir luz y oscuridad, puesto que a nivel
talámico ya se produce una primera sensación visual.
Cuando
se asocia a una agnosia referida al reconocimiento de su propio cuerpo que se
caracteriza por la incapacidad para reconocer, diferenciar e integrar las
diferentes partes del esquema corporal (Anosonogsia), hay que suponer que la
lesión invade el área de asociación adyacente con lesiones del lóbulo parietal
y en este caso se denomina síndrome de Anton.
Estos
pacientes no sólo niegan que están ciegos sino que además fabulan detalles de
su entorno visual, en ocasiones con una considerable precisión.
Las
restantes funciones cerebrales tampoco son normales, así podemos demostrar
cierto grado de demencia y pérdida de memoria. En las necropsias se constatan
lesiones mediales a nivel de lóbulos temporales y parietales junto a lesiones
extensas graves tipo infarto de la cisura calcarina.
- Etiología
El accidente vascular cerebral es la primera
causa de la afección, principalmente de tipo isquémico, trombótico o embólico y
excepcionalmente de tipo hemorrágico.
Los
principales factores de riesgo son la hipertensión arterial sistémica, la
encefalopatía hipertensiva, la diabetes mellitus, la hipercolesterolemia, la
enfermedad ateroesclerótica de los vasos del cuello, el tabaquismo. Requena y col.
consideran que las señales hiperintensas reversibles vistas en la resonancia
magnética nuclear en T2 traducen con toda seguridad edema vasogénico
susceptible de desaparecer, lo cual hace que algunas cegueras corticales con
síndrome de Anton, o no, puedan desaparecer rápidamente.
Futrell y col. estudiaron la isquemia cerebral en ratas
debido a embolia de origen carotídeo y sus implicaciones patológicas y
clínicas.
Raj y col. describieron un paciente de 50 años que
desarrolló ceguera cortical bilateral y confusión después de una disección
radical del lado derecho del cuello. La tomografía computadorizada de cráneo
reveló infarto de los lóbulos occipitales.
Huber y Grob en 1998 relataron un caso de ceguera cortical
bilateral después de una cirugía de la columna lumbar. Cuellar y col. relatan
que los pacientes que presentan ceguera cortical posoperatoria por probable
hipoperfusión, a los pocos días mejoran de su agudeza visual.
En el
sexo femenino debe agregarse el uso prolongado de los anticonceptivos orales,
la terapia de reemplazo hormonal y las enfermedades del tejido conectivo,
particularmente el lupus eritematoso sistémico con vasculitis del sistema
nervioso central (13,14).
Eclampsia. Las pacientes presentaron hipertensión arterial, proteinuria y en la tomografía se apreciaron áreas de baja densidad en regiones cerebrales posteriores sugestivas de edema cerebral. La ceguera cortical fue reversible.
La
asociación de síndrome de HELLP (hemólisis, enzimas hepáticas elevadas y
trombocitopenia) y ceguera cortical es una asociación dramática pero poco
frecuente; se describe el caso de una mujer de 28 años, quien además presentaba
hipertensión arterial y proteinuria. La paciente evolucionó desfavorablemente
Hipovolemia poshemorragia de tipo obstétrico.
Encefalopatía hepática. Los autores reseñan un caso de encefalopatía porto sistémica de un paciente con un rico cuadro neurológico acompañado de ceguera cortical
- Presentación de caso:
Paciente masculino de 55 años, diestro, conocido
sano que inicia con cefalea y un cuadro confusional agudo. Sin antecedentes
patológicos relevantes.
Previamente independiente en sus actividades de
la vida diaria (AVD). El 20/8/16 inicia con cefalea asociado a un cuadro
confusional agudo que asocia incontinecia doble, ceguera y dependencia máxima
en AVDO por lo que es llevado al SEM 8 días después del inicio de los síntomas.
Le realizan TAC la describen en referencia con una hipodensidad
parieto-occipital izq, sin desviación de la línea media.
Se decide manejo conservador. Holter: Ritmo
sinusal, sin hallazgos patológicos. Ecocardiograma: Planos valvulares
competentes, no HVI o HVD. Sin dilatación o alteración de la geometría
atrio-ventricular bilateral, no masas o trombos intracavitarios. US Doppler de
carótidas sin alteraciones.
Se diagnostica durante el internamiento HTA y se
inicia tratamiento con Enalapril 20mg/día.
Se egresa 13/9/16 a su casa, con diagnóstico de
evento cerebrovascular isquémico parieto-occipital izquierdo. Familia niega mayor
deterioro neurológico durante la estancia en su casa.
El paciente dos meses después se ingresa al
Centro Nacional de Rehabilitación por persistir con la desorientación,
confabulación y la dependencia severa en AVD, el día 15/11/16 se ingresa al
Centro Nacional de Rehabilitación, Escala de coma de Glasgow 12(O: 4, V: 4, M:
4), NIHSS: 11 desorientado, confabulando, el paciente no sigue instrucciones.
Al examen físico: moviliza los 4 segmentos de manera independiente contra
gravedad, arcos de movilidad de los 4 segmentos conservados, sensibilidad
superficial y propioceptiva no valorable, retira al dolor, Babinsky, Hoffman y
Clonus negativo bilateral.
Dependiente total en AVD. Se le realiza
tomografía (imagen 1) la cual evidencia hipodensidades que comprometen ambos
lóbulos occipitales y la región parietal bilateral
Se realiza un abordaje multidisciplinario en el
cual se entrena a la familia en los cuidados del paciente, los cuales incluyen
terapia física y ocupacional al igual que se descartó un trastorno motor-oral
(disfagia), se realizó visita domiciliar evidenciando alto riesgo para el
paciente y se aborda con trabajo social logrando reubicar a la familia previo al
momento del egreso.
Se cumplen las metas de educar a las familiares
en el mantenimiento y mejora de su estado funcional, prevención de caídas,
cuidados de intestino y vejiga, ambiente seguro y seguimiento por parte del
equipo interdisciplinario
- Discusión
El presente síndrome es poco frecuente de acuerdo a la literatura internacional y no se logra establecer una incidencia global, a nivel nacional no existe documentación de casos o incidencia de los mismos. El síndrome de Anton es una condición caracterizada por anosognosia visual (negación de la ceguera), ceguera cortical caracterizada por cumplir los siguientes criterios clínicos
1. Pérdida de todo reconocimiento de luz (
Percepción de luz y oscuridad)
2. Pérdida de reflejo de protección
3. Preservación de los reflejos de acomodación
pupilares
4. Fondo de ojo normal
5. Preservación de movimientos oculares
6. No presencia de demencia o compromiso severo
de la memoria
Históricamente en 1899 fue descrito inicialmente
por Gabriel Anton, neuropsiquiatra austriaco y posteriormente Joseph Babinsky
un neurólogo francés en 1914 utiliza el término de “anosognosia” para describir
a pacientes con ceguera y negación de la misma
El infarto isquémico que se desarrolla en la región
parieto-occipital, es decir, en el territorio limítrofe entre la arteria
cerebral media y la arteria cerebral posterior da origen al “síndrome de
ceguera cortical” caracterizado por la incapacidad de ver, a pesar de la no
afectación de las vías visuales anteriores y que suele acompañarse de dislexia,
disgrafía y acalculia.
Cuando se lesiona la corteza visual primaria de
un hemisferio cerebral o el haz de fibras aferentes a esa región se produce una
hemianopsia homónima contralateral. Su disfunción bilateral da lugar a la
ceguera cortical, el paciente no identifica formas, muy excepcionalmente puede percibir
luz y oscuridad, puesto que a nivel talámico ya seproduce una primera sensación
visual.
Cuando se asocia a una agnosia referida al reconocimiento
de su propio cuerpo que se caracteriza por la incapacidad para reconocer,
diferenciar e integrar las diferentes partes del esquema corporal (Anosognosia),
hay que suponer que la lesión invade el área de asociación adyacente con
lesiones del lóbulo parietal yen este caso se denomina síndrome de Anton.
Estos pacientes no sólo niegan que están ciegos
sino que además confabulan detalles de su entorno visual, en ocasiones con una
considerable precisión. Al existir una desconexión con áreas aún funcionantes
como el habla y el lenguaje estas confabulan una respuesta.
Además de la hipótesis anterior se han postulado
otros mecanismos neuro-psicológicos, uno establece que el monitoreo de los
estímulos visuales está defectuoso e interpreta las imágenes de manera
incorrecta, el otro mecanismo propuesto sugiere una retroalimentación falsa de
otro sector del sistema visual, como es el caso del colículo superior, núcleo
pulvinar y/o regiones temporo-parietales los cuales transmiten una señal cuando
el sistema geniculocalcarino falla.
En ausencia de una entrada visual, la imagen
mental interna podría estimular a otras secciones del cerebro generando una
respuesta.
Las restantes funciones cerebrales tampoco son
normales, así podemos demostrar cierto grado de demencia y pérdida de memoria.
En casos descritos durante la autopsia se encuentran lesiones mediales a nivel
de lóbulos temporales y parietales junto a lesiones extensas graves tipo
infarto de la cisura calcarina.
Dentro de las posibles etiologías de este síndrome
podemos mencionar: Evento cerebrovascular isquémico o hemorrágico que
comprometa ambos lóbulos occipitales, leucoencefalopatía inducida por
quimioterapia, radioterapia, preeclampsia, adrenoleucodistrofia, encefalopatía
mitocondrial, acidosis láctica, episodios similares a un evento cerebrovascular
como la hipoperfusión de la circulación anterior debido a hemorragia obstétrica,
neuropatía óptica bilateral traumática debida a contusión bifrontal y
Encefalopatía hepática en unos de los artículos consultados reseñan un caso de
encefalopatía porto sistémica acompañado de ceguera cortical
El evento cerebrovascular es la principal causa
del síndrome de Anton-Babinsky y la etiología de nuestro caso. No se pudieron
identificar factores de riesgo o antecedentes heredofamiliares de importancia
por lo cual se necesita investigar y como causa posible tenemos la presencia de
ateroesclerosis intracraneana.
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