Sindrome de Guilles de la Tourette



Sindrome de Guilles de la Tourette

El síndrome de Tourette (ST) es un trastorno neuropsiquiátrico, hereditario, que se inicia comúnmente en la niñez y que se caracteriza por un curso fluctuante de tics motores crónicos múltiples y tics verbales.

A pesar de que la etiología del síndrome aún permanece indefinida, estudios neuroanatómicos y neurofisiológicos parecen sugerir una afectación de los circuitos corticoestriado-talamocorticales (CETC). Asimismo, se ha determinado que los neurotransmisores de los circuitos CETC son el factor patológico primario en la génesis de la sintomatología .

Sin embargo, aunque el ST se considera como un trastorno hereditario, se ha sugerido que en la fisiopatología de los tics puede haber un componente autoinmune tras infección, debido a que se observó un incremento en la incidencia de tics motores tras un brote de faringitis por estreptococo betahemolítico del grupo A en Rhode Island.

Se han definido las características de los trastornos neuropsiquiátricos pediátricos asociados a infecciones estreptocócicas (PANDAS), y existe la hipótesis de que son el resultado de unas alteraciones autoinmunes ‘disparadas’ por la similitud molecular entre los antígenos de superficie del estreptococo betahemolítico del grupo A y los antígenos neuronales.

En este artículo se realizará una revisión breve de la neurobiología del ST. Se hará énfasis fundamentalmente en los circuitos neuroanatómicos que se asocian al ST, la evidencia que soporta la afectación del sistema dopaminérgico, así como la probable participación de la autoinmunidad en la expresión de los tics.

No puedo evitarlo.El síndrome de Gilles de la Tourette

NEUROANATOMÍA DEL SÍNDROME DE TOURETTE

Vías corticoestriadas:

En el primate, se han descrito cinco circuitos distintos, pero integrados de forma paralela conectando la corteza cerebral con el estriado:

– Circuito motor (origen potencial de los tics motores), que se inicia en la corteza motora suplementaria y se proyecta al putamen en una distribución somatotópica.

– Circuito oculomotor (origen potencial de los tics oculares), que conecta los campos oculares frontales con la región central del núcleo caudado.

– Circuito prefrontal dorsolateral (cognitivo, déficit atencionales), que conecta las áreas 9 y 10 de Brodmann con la parte dorsolateral de la cabeza del núcleo caudado, y que parece estar involucrado con funciones ejecutivas y el planeamiento motor.

– Circuito orbitofrontal lateral originado en la corteza prefrontal inferolateral y que se proyecta al caudado ventromedial. Su lesión se asocia con la expresión de trastorno obsesivo- compulsivo (TOC), cambios de personalidad, desinhibición, irritabilidad y manía.

Circuito cingulado anterior (límbico) alrededor del giro cingulado anterior y que se proyecta al estriado ventral (tubérculo olfatorio, núcleo accumbens y región ventromedial del caudado y el putamen), que recibe conexiones adicionales de la amígdala, hipocampo y corteza entorrinal y perirrinal. Existe una asociación entre este circuito y el mutismo, la apatía y el TOC.

Aspectos neurobiolÓgicos del SÍndrome de Tourette

La evidencia de una neurotransmision dopaminergica anormal en el ST ha sido inferida por dos observaciones:

a) El bloqueo de los receptores de dopamina por fármacos neurolépticos y antipsicoticos atípicos suprime los tics en la mayoría de los pacientes con ST. Por otra parte los fármacos que favorecen la liberación de dopamina precipitan o exacerban los tics.

b) La importancia de la dopamina en el ST también es soportada por la imagen cerebral utilizando tomografía computada con emisión de foton único.

  • ·         Fisiopatologia

Se ha planteado que los pacientes con síndrome de La Tourette tendrían una desinhibición de estos circuitos que a nivel del circuito motor se expresarían como tics y compulsiones, y a nivel del circuito límbico y frontal como parte de la sintomatología obsesiva y trastorno atencional.

La desinhibición de los p circuitos neuronales se reflejaría en una exagerada sensibilidad o estado de "hiper-alerta" de los estímulos tanto del medio interno como externo .

Esta marcada hipersensibilidad conduce a una expresión descontrolada de fragmentos cognitivos, como por ejemplo de preocupaciones innatas, quizás conservadas como parte de la evolución, las que no son inhibidas adecuadamente y surgirían así las obsesiones.

También se desinhiben fragmentos conductuales (como los tics y compulsiones) los que en condiciones normales son ensamblados en el reportorio del acto voluntario que todos poseemos .

Esta marcada hipersensibilidad a estímulos de estos pacientes explica la facilidad con que son "capturados" por lo que acaban de oír (ecolalia) o ver (ecopraxia) y también el hecho que los tics en muchos pacientes surgen como respuesta a una intensa sensación física o mental de urgencia, impulso o necesidad imperiosa de realizar los tics, que puede ser inhibida sólo parcialmente, y que se alivia al efectuarlos

En todo esto influye además una predisposición genética que modularía la expresión de estos sistemas, al igual que el estímulo hormonal sexual, lo que explicaría la alta prevalencia de La Tourette en hombres con respecto a mujeres (18). A nivel ambiental, factores como estrés e infecciones predominantemente estreptocócicas pueden ser desencadenantes o agravantes de la sintomatología.

Estudios en humanos apoyan la importancia de los ganglios basales en la fisiopatología del síndrome de La Tourette. En un estudio postmortem se comunicó la presencia de hipoplasia de estas estructuras.

Otro estudio neuropatológico en 4 adultos con La Tourette mostró un marcado aumento de sitios de captación de dopamina presináptica en caudado y putamen ; por otro lado estudios in vivo de neuroimágenes han mostrado una reducción en el volumen de los ganglios basales, lo que se correlaciona con estudios in vivo del metabolismo y flujo sanguíneo de estas estructuras con PET y SPECT, respectivamente, que señalan un menor metabolismo y flujo sanguíneo.

Estudios de la actividad dopaminérgica recientemente han demostrado aumento del transportador de dopamina presináptico y un aumento de la disponibilidad de receptores de dopamina postsinápticos en el núcleo caudado.

Todo esto refleja una hiperinervación dopaminérgica del núcleo estriado (caudado-putamen), lo que explica la utilidad en algunos pacientes de las drogas con acción bloqueadora de receptores dopaminérgicos (neurolépticos) y de los depletores de dopamina (reserpina y tetrabenazina) en el control de los tics.

Una reciente investigación con Resonancia Nuclear Magnética Funcional de cerebro ha mostrado que los pacientes ticosos que logran controlar sus tics presentan una menor actividad metabólica en los núcleos putamen y globus palidus comparado con los que no pueden inhibirlos; igualmente se pudo observar un aumento de la actividad del núcleo caudado y regiones frontales en los sujetos con mayor capacidad de inhibir sus tics Todas estas evidencias apoyan la hipótesis ya mencionada del compromiso de los circuitos neuronales córtico-estriado-tálamo-cortical en la fisiopatología de este cuadro.

 Estriado

El estriado está considerado como el sitio de mayor importancia en la fisiopatología del ST. Las neuronas estriatales se subdividen en dos tipos: neuronas de proyección (también llamadas neuronas con espinas de tamaño medio, denominadas así por su tamaño y por la presencia de numerosas espinas dendríticas) y neuronas sin espinas.

Las neuronas de proyección utilizan el neurotransmisor inhibidor ácido γ-aminobutírico (GABA) como su principal neurotransmisor.

Sin embargo, algunos subtipos de estas neuronas también coexpresan péptidos neuroactivos semejantes a la sustancia P, dinorfinas y encefalinas.

Las neuronas sin espinas también se subdividen en poblaciones neuronales: neuronas sin espinas  grandes colinérgicas, neuronas gabérgicas sin espinas de tamaño medio que expresan parvalbúmina, neuronas sin espinas de tamaño medio que expresan somatostatina, neuropéptido Y, la enzima nicotinamida adenina-dinucleótido fosfatasa u óxido nítrico sintetasa neuronal, así como un subtipo de neuronas sin espinas de tamaño medio que expresan calretinina

Vías estriadotalámicas

Las proyecciones estriadotalámicas se diferencian en directas e indirectas. Las proyecciones estriatales directas combinan territorios de la parte interna del globo pálido y la sustancia negra pars reticulata, mientras que las proyecciones estriatales indirectas lo hacen de la parte externa del globo pálido.

Ambas son inhibidoras y están mediadas por GABA y péptidos neuroactivos. 

En la vía indirecta, el globo pálido externo proyecta fibras inhibidoras al núcleo subtalámico, que, a su vez, conecta la parte interna del globo pálido y la sustancia negra pars reticulata por vía de las fibras glutaminérgicas excitadoras.

La integración de la vía directa con conexiones inhibidoras y la vía indirecta con conexiones excitadoras ocurre en el globo pálido interno y la sustancia negra pars reticulata, que, a su vez, proyecta al tálamo a través de las fibras inhibidoras GABA.

Las vías de salida están somatotópicamente organizadas, con la cabeza y los ojos representados en la sustancia negra pars reticulata, y el resto del cuerpo, en la parte interna del globo pálido.

Estas dos vías generalmente están asociadas con la facilitación (directa) o supresión (indirecta) de las vías de salida talámicas que influyen en los movimientos y procesos cognitivos.

Se cree que la desinhibición de las neuronas en el tálamo origina hiperexcitabilidad en las áreas motoras corticales y, posiblemente,  en la liberación de tics.

• temblor• La causa del temblor  no se conoce bién,  pero probablemente se  debe a la aparición de  circuitos oscilantes e...

• acinesia o  hipocinesia.• por  hipoactividad de  la vía directa e  hiperactividad  de la vía  indirecta.

Vías talamocorticales y talamoestriadas

La reducción de los tics con la estimulación cerebral profunda del complejo centromediano-parafascicular del tálamo y la parte interna del globo pálido llevó a los investigadores a resaltar la importancia del sistema talamoestriado.

La posible participación de estas estructuras en la génesis de los tics se explica, en parte, por la reaparición exclusiva de tics motores derechos después de la remoción de un estimulador del globo pálido externo del lado izquierdo .

Nucleo intralaminar del tálamo 

Los núcleos intralaminares del tálamo suelen dividirse en una porción ventral y otra caudal, cada uno con su secuencia de núcleos de asociación.

Los núcleos ventrales incluyen:

  • núcleo central dorsal
  • núcleo central medial
  • núcleo central lateral
  • núcleo paracentral

Los núcleos caudales de la región intralaminar del tálamo son:

  • núcleos centromedianos
  • núcleos parafasciculares en la porción más lateral
  • núcleos ventrales

Conoce todo sobre el globo pálido y sus funciones

UVM Sistema Nervioso Sesión 04 Talamo

Localización de la alteración primaria en el síndrome de Tourette

A pesar de que la evidencia parece sugerir que los componentes del circuito CETC están afectados en la expresión de los tics, la identificación de la anormalidad primaria es motivo de investigación.

La asociación entre la disfunción de los ganglios basales y los trastornos del movimiento en otros trastornos, así como los numerosos estudios de neuroimagen , hace que muchos investigadores enfaticen el componente estriatal

Existe una hipótesis que refiere una anormalidad en el compartimento estriatal a la altura de la organización estriosoma-matriz; esta hipótesis está fundamentada en estudios anatómicos, fisiológicos y lesionale], la respuesta clínica a receptores agonistas dopaminérgicos  y la asociación de estereotipias con variaciones en la inducibilidad de genes de inmediatez temprana para la familia Fos/Fra de factores de transcripción dentro del estriosoma y la matriz.

Otros investigadores se han centrado en el estriado ventral por su papel en el aprendizaje secuencial y la formación del hábito. 

Estudios de tomografía por emisión de positrones con C-racloprida  y anfetamina también han demostrado un incremento en la liberación de dopamina en el estriado ventral de sujetos con ST comparado con controles.

No obstante, otros investigadores parecen sugerir una disfunción cortical en el ST. Los niños con ST presentan una disfunción ejecutiva, y además se ha observado un aumento del tamaño de la región prefrontal dorsolateral en imágenes de resonancia magnética volumétrica [21], un incremento de la sustancia blanca en el lóbulo frontal derecho  y alteraciones en el tamaño del cuerpo calloso.

Estudios de resonancia magnética funcional indican que la supresión de los tics está relacionada con la corteza prefrontal.

Los estudios de tomografía por emisión de positrones revelan una correlación entre el tic y la actividad de la corteza cerebral. 

La estimulación magnética transcraneal demuestra una prominente actividad relacionada con el tic en el área motora primaria y el área de Broca 

Alteraciones del sistema dopaminérgico

Tanto en los hábitos como con las estereotipias, las vías dopaminérgicas ascendentes probablemente desempeñan un papel en la consolidación y la acción de los tics. La evidencia de una neurotransmisión dopaminérgica anormal en el ST se infiere de dos observaciones clínicas:

– El bloqueo de los receptores de dopamina por fármacos neurolépticos y antipsicóticos atípicos suprime los tics en una gran mayoría de los pacientes. Además, fármacos que favorecen la liberación de dopamina precipitan o exacerban los tics

Asimismo, se ha demostrado que los pacientes con ST liberan más dopamina en respuesta a las anfetaminas comparados con sujetos controles normales en las sinapsis dopaminérgicas [1].

– La importancia de la dopamina en el ST está fundamentada en la imagen cerebral con el empleo de la tomografía computarizada por emisión de fotón único. En una revisión se informó de un incremento de los niveles de inervación dopaminérgica en el estriado de sujetos con ST comparados con controles.

La hiperactividad dopaminérgica parece ser, entonces, un factor importante en la fisiopatología de los tics en el ST.


Neuroinmunología y tics

En 1988 se propuso que un subgrupo de niños con tics o TOC, o ambos a la vez, tenían síntomas que se asociaron a infección por estreptococos betahemolíticos del grupo A.

El problema recibió el nombre de PANDAS y los criterios diagnósticos esenciales incluyeron el inicio en edad prepuberal, la presencia de TOC y tics, el inicio súbito de síntomas, con exacerbaciones y remisiones, asociado con infección por estreptococo betahemolítico del grupo A, junto con anormalidades neurológicas que incluían hiperactividad y movimientos coreiformes.

Basado en el modelo propuesto para la corea de Sydenham, se determinó que la patología de fondo en el PANDAS podría tener relación con un mecanismo autoinmune con imitación molecular.

Anticuerpos producidos frente al estreptococo betahemolítico del grupo A reaccionan de forma cruzada con el tejido neuronal en regiones neuronales específicas, lo cual origina tics, síntomas conductuales, o ambos. Aunque la existencia de esta entidad es motivo de controversia [1], se reconoce, sin embargo, que la confirmación del concepto de un trastorno que dé origen a tics o un TOC de naturaleza autoinmune postinfecciosa con implicaciones neurobiológicas, epidemiológicas y de tratamiento, requiere de más estudios en esta área.

·         Genética del síndrome de guilles de la torurette

Los estudios en familias han demostrado que el TT tiene una fuerte agregación familiar  El riesgo de TT para los familiares de primer grado de personas afectadas oscila entre el 9,8 y el 15%, que se incrementa hasta el 15-20% si se toma en consideración cualquier forma de tics.

Los estudios en hermanos gemelos también han demostrado la implicación genética en la transmisión. Se ha hallado una concordancia del 50 al 70% (el 75-90% para cualquier forma de tics) para gemelos monocigóticos frente al 8-10% (el 23% para los tics en general) en gemelos dicigóticos .

Puesto que la concordancia en monocigóticos no es total, se ha sugerido la implicación de factores epigenéticos que interactúan con genes de susceptibilidad para el TT. Inicialmente se había sospechado una herencia autosómica dominante con penetrancia incompleta [24].

Estudios posteriores hicieron pensar en un modelode herencia más complejo al evidenciarse una base genética común para el TT, los tics crónicos y el TOC

El modelo genético actualmente más aceptado se basa en la implicación de uno o unos pocos genes de efecto potente, y un fondo multifactorial donde están implicados varios genes de efecto menor que interactúan con factores ambientales.

Dicha complejidad se incrementa si se tiene en cuenta que algunas variantes genéticas afectan no sólo a la expresión del TT, sino también a trastornos comórbidos como el TOC .

Por esta razón se ha sugerido un mismo fenotipo para TT y TOC. Una postura intermedia propone incluir en una misma categoría TT, tics motores crónicos, tics fónicos y TOC. Estas dificultades para definir un fenotipo fijo del TT han complicado mucho los estudios genéticos.

Otro factor de confusión parte del hecho de poder definir los endofenotipos de formas distintas, incluyendo datos electrofisiológicos, neuropsicológicos o de neuroimagen. Estudios con marcadores de ácido desoxirribonucleico en poblaciones generales han identificado loci de riesgo en 2p, 4q, 5q34, 10p15,17q y 13q12 [27-29].

Estudiando las similitudes en los genes implicados en el TT y en el TDAH, se descubrió una elevada prevalencia del alelo D2 A1 tanto en sujetos con TT como con TDAH [30]. Éste es el primer gen que ha demostrado su implicación tanto en el TT como en el TDAH.

Luego se identificaron otros genes que también desempeñan un papel significativo en el TT y el TDAH. Son el DBH (dopamina beta-hidroxilasa) y el DAT1 (transportador de dopamina), que junto con el gen DRD2 tienen efectos aditivos.

En este estudio se encontró que aquellos sujetos que heredaron los alelos relevantes de los tres genes tenían puntuaciones más elevadas de gravedad para tics,

TDAH, trastorno negativista desafiante, trastorno disocial, TOC, síntomas maníacos y abuso de sustancias.

Aquellos sujetos que no heredaron ninguno de los marcadores fueron los que obtuvieron las puntuaciones más bajas en las escalas de gravedad de síntomas .

Entre los factores ambientales epigenéticos cabe citar: problemas perinatales, factores psicosociales y procesos autoinmunes causados por infecciones estreptocócicas

. Los estudios con gemelos han mostrado que el hermano de más bajo peso al nacer  tiene mayor riesgo de mostrar síntomas del TT . En el mismo sentido influyen las complicaciones obstétricas en general, el estrés materno y el consumo de tabaco durante la gestación

La posible implicación de las infecciones estreptocócicas ha dado lugar a la hipótesis del controvertido grupo de trastornos agrupados bajo la denominación de PANDAS (pediatric autoimmune neuropsychiatric disorders associated with streptococcal infections).


·         Tratamiento del síndrome de guilles de la tourrete

El primer paso en el tratamiento del ST es la definición de las fuentes de incapacidad. El tratamiento debe reservarse para los pacientes que experimentan la interferencia de los tics en las esferas educativa, social y familiar. Los tics incapacitantes son suprimidos, de forma más eficaz, por los fármacos neurolépticos como flufenazina, risperidona, pimozida, haloperidol y pimozida.

a) Pimozide:(0,5-4 mg/día, máx. 10 mg). Especialmente formulado para el tratamiento de esta condición (único aprobado FDA) se considera igual o algo más efectivo que el haloperidol.

b) Haloperidol (0,5-5mg/día) pero con menos efectos colaterales especialmente cognitivos. En dosis mayores el perfil de efectos colaterales es el mismo para ambas drogas (24).

c) Sulpiride: neuroléptico atípico, ha demostrado utilidad también en estudios placebo-control en Europa.

d) Risperidona: (0,5-3 mg/día) si bien se considera ahora de primera elección sobre los neurolépticos anteriores por autores como Leckman y Cohen (1), también produce manifestaciones extrapiramidales y ya se han descrito casos de diskinesia tardía. No hay ensayos placebo control sino sólo abiertos, según nuestro conocimiento.

e) Clozapina: no se ha demostrado su utilidad.

f) Olanzapina: en adolescentes y adultos con dosis hasta 15 mg/día se ha mostrado como útil pero no en ensayos controlados.

g) Ziprasidone: nuevo neuroléptico, que no tendría efectos extrapiramidales, se ha mostrado útil en ensayos controlados con placebo en niños y adultos (dosis hasta 40 mg/día).

En una comparación doble ciego controlada, la pimozida fue más eficaz y mejor tolerada que el haloperidol. La sulpirida y tiaprida, de los cuales no se dispone en Estados Unidos, también pueden ser útiles para el tratamiento de los tics. Se ha demostrado, en pequeños estudios no controlados, que la risperidona y la olanzapina son eficaces, y se ha observado, de forma preliminar, que la ziprasidona es eficaz, aunque la clozapina no lo es. Otros tratamientos que parecen ser eficaces en estudios de pequeño tamaño o no controlados incluyen los cannabinoides, nicotina, donepezilo, agentes antiandrogénicos, ketanserina y ondansetron.

El trastorno obsesivo-compulsivo responde a los inhibidores selectivos de la recaptación de la serotonina. El TDAH comórbido puede tratarse, con seguridad, con clonidina, metilfenidato y otros estimulantes del SNC. 

a) Fluvoxamina (25-250 mg/día) aprobada para uso en niños, con utilidad demostrada en ensayos con placebo. Aprobado por FDA

b) Sertralina: 50-150 mg/día. Aprobado por FDA para uso en niños con utilidad demostrada en ensayos placebo control.

c) Clomipramina: 25-250 mg/día. Aprobado por FDA para uso en niños.

d) Paroxetina: 10-30 mg/día. No existe información de uso en niños.

e) Fluoxetina: 5-60 mg/día. Efectiva en ensayos placebo control, aún no aprobada por FDA en niños, si bien la experiencia muestra que es útil. El riesgo es que por su vida media larga y metabolismo hepático hay mayor peligro de interacción al usarlo en pacientes que ya están en neurolépticos. Así, se ha comunicado la aparición de reacciones distónicas y parkinsonismo al agregar fluoxetina a pacientes con La Tourette que se encontraban recibiendo ya neurolépticos.

Guanfacina y clonidina son útiles en pacientes con ST y en problemas del control de los impulsos. 

i) Tetrabenazina (2.5-75 mg/día): depletor y bloqueador dopaminérgico, sin riesgo de diskinesia tardía. Se ha mostrado efectivo en ensayos abiertos.

j) Inmunoterapia: si bien es un área aun de bastante controversia, se ha comunicado la existencia de un subgrupo de pacientes con La Tourette cuya sintomatología sería gatillada por infecciones estreptocócicas (el cuadro llamado PANDAS: acrónimo de Pediatric Autoinmune Neurosychiatric Disorder Associated with Strep). 

Estos pacientes, que presentan tics y/o síntomas obsesivos, tendrían un inicio o exacerbaciones abruptas en relación a estas infecciones

Swedo et al. han mostrado la utilidad de inmunoglobulina e.v. y plasmaféresis en ensayo controlado en niños refractarios a otra terapia, mostrando resolución de la sintomatología y de las alteraciones edematosas de los ganglios basales en la RNM producidas por el fenómeno inmunológico. 

La controversia surge en parte porque se discute que estos pacientes no tengan más bien un Corea de Sydenham.







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